Josephine era una joven trabajadora de una fábrica de relojes del siglo XIX. Estaba acostumbrada a la monotonía de su trabajo, hasta que un día, gracias a su ingenio, inventó una nueva pieza para los aparatos. Esto cambiaría su vida para siempre.
Josephine comenzó a interesarse en el movimiento local de relojeros anarquistas. Estos relojeros estaban comprometidos a luchar por un mundo libre de explotación laboral y de opresión. En este contexto, Josephine conoció al viajero ruso Pyotr Kropotkin. Kropotkin habló con Josephine acerca de la ideología anarquista y las ideas libertarias que proponían estos relojeros.
Josephine estaba profundamente inspirada por la filosofía de Kropotkin y se unió a sus compañeros relojeros en su lucha por la libertad y la justicia. Ella también ayudó a propagar la filosofía anarquista entre los trabajadores de la fábrica, lo que contribuyó a un aumento en el activismo obrero.
Josephine también comenzó a viajar por todo el país para ayudar a organizar el movimiento de los relojeros anarquistas. Ella también se encargó de visitar a otros trabajadores en sus lugares de trabajo, para ofrecerles consejo y apoyo. Esto contribuyó a un aumento en la conciencia y la cohesión entre los trabajadores.
La ingeniosa inventora de Josephine, su contribución al movimiento de relojeros anarquistas, y su activismo para mejorar las condiciones de los trabajadores de la fábrica de relojes