Una loba es una caperucita que ha aprendido a reírse de sí misma. Ese es el mensaje que nos trae la historia de Marta, una joven que al igual que muchos de nosotros, ha sufrido mucho en el amor.
Marta era una chica dulce y soñadora, que creía en el amor a primera vista y en los finales felices. Sin embargo, la vida le demostró que las cosas no siempre son como uno las imagina. Después de varios fracasos amorosos, Marta decidió que necesitaba un cambio en su vida. Ya estaba cansada de ser la eterna Caperucita Roja, siempre en busca del amor perfecto y en peligro constante de caer en las garras del lobo.
Fue así como decidió convertirse en loba. Pero ¿cómo lograrlo? ¿Cómo dejar de ser la víctima y convertirse en la protagonista de su propia historia? Marta aprendió que el camino no era fácil, que para llegar a la risa había que pasar por el drama. Y para ello, debía enfrentarse a sus miedos y a sus inseguridades, dejar de lado la máscara de la perfección y aprender a reírse de sí misma.
Marta se sometió al método del «ensayo-ostión», que consistía en lanzarse de lleno al bosque del drama y enfrentar las situaciones más patéticas que pudieran surgir en su vida amorosa. Conoció a varios hombres, algunos buenos y otros no tanto, pero cada experiencia le permitió aprender algo nuevo sobre sí misma y sobre lo que realmente quería en una relación.
Fue un camino largo y doloroso, pero Marta logró convertirse en loba. Aprendió que la risa es el mayor superpoder que existe, que cuando somos capaces de reírnos de nosotros mismos, no hay nada que pueda hacernos daño. Y así, convirtió el drama en comedia, y a Caperucita en loba.
Hoy en día, Marta es una mujer fuerte y segura, que sabe lo que quiere en la vida y en el amor. Ya no teme al lobo, porque se ha convertido en uno de ellos. Y aunque aún tenga que enfrentarse a algunos obstáculos en su camino, sabe que siempre podrá contar con su mayor superpoder: la risa.
En resumen, «De Caperucita a Loba» es una historia que nos demuestra que todos somos patéticos en el amor, pero que aprender a reírnos de ello, convierte automáticamente el drama en comedia. Y que ese proceso de conversión puede llevarnos varios años y varios tíos, pero que al final, nos permitirá convertirnos en lobas y conquistar el mundo.